A Google (desde hace poco, Alphabet) o le ha ido demasiado bien en el entorno social. Bien es cierto que, para muchos terrícolas, su nombre es sinónimo de internet. La pugna por las aplicaciones de mensajería instantánea tampoco le ha traído los frutos esperados. Ni los últimos intentos con Hangouts y su transversalidad con distintos servicios de la compañía ha permitido plantar batalla frente a los líderes de este segmento de mercado.
Todo puede cambiar con la llegada de Allo, nueva aplicación de mensajes con la que aspira a robar terreno a WhatsApp o Messenger, por cierto, propiedad del gigante de internet Facebook. Esta plataforma se sostiene sobre una base de inteligencia artificial, que tanto empeño e inversión destina la firma, con lo que puede establecer una cierta distancia respecto a las «apps» convencionales.
Presentado de manera oficial en mayo, el objetivo de Allo es completar las funciones del nuevo asistente virtual de la compañía norteamericana, Google Assistant. El usuario, de esta forma, puede interactuar con el servicio directamente desde el chat, tanto a nivel individual como con amigos. Esa unión entre mensajería y «bots» iniciarán un sistema híbrido y conversacional. Dado que el asistente es capaz de «entender» el pequeño universo del usuario, la «app» puede preguntarle incluso por determinadas cuestiones tan variadas como su agenda del día o fotos de su último viaje.
El reto es ambicioso. De qué manera se pueden automatizar determinados servicios dentro de una ventana de chat convencional para que ésta sea más útil. La propia compañía ejemplifica algunos casos: si un usuario se encuentra planificando una cena con amigos este original programa de comunicación puede sugerir restaurantes cercanos. «Ya sea para hacer planes o para ponernos al día, utilizamos la mensajería instantánea para estar en contacto permanente con amigos y familiares. Pero, muy a menudo, nos vemos obligados a detener una conversación para comprobar el horario de un vuelo o buscar información sobre un nuevo restaurante», señala Amit Fulay, Gerente de Producto en Google.
Y todo dentro del mismo chat y utilizando un lenguaje natural propio del ser humano. Incluso podrá interactuar con el propio usuario cuando éste comparta ciertos contenidos como fotografías. El sistema la escaneará de manera automática y reconocerá la presencia de humanos y animales. Es, por tanto, una «app» inteligente capaz de interactuar con el usuario que, ahora, inicia su andadura. Estará disponible este miércoles para los sistemas operativos iOS (que llegará en las próximas horas) y Android.
A diferencia de otros servicios similares, Allo no exige disponer de una cuenta activa, ya que basta con introducir el número de teléfono para adentrarse a este «WhatsApp inteligente». Ofrece respuestas rápidas a los mensajes sin necesidad de escribir una sola palabra capaz de aprender con el uso. Incluye «smart reply», que sugiere respuestas a mensajes basados en el contexto, así como otras opciones para hacer los chats más expresivos con «emojis», 25 paquetes de pegatinas exclusivas («stickers») y fotos creativas.
Cifrado opcional
Pese a estas virtudes, la aplicación cuenta con un sistema de cifrado de extremo a extremo solo opcional (no aparece por defecto), según denuncia el medio especializado «The Verge», con lo que los registros de las conversaciones que no pasen por el modo incógnito persistirán hasta que el usuario decida eliminarlo de forma activa, dando así Google acceso a un historial de los mensajes.
Ese modo efímero sí permitirá chats secretos que se autodestruye en contenido pasado un tiempo al estilo de Snapchat. Con esta propuesta, la firma establece un punto de inflexión en su estrategia por el entorno social, aunque aún es pronto para averigurar su trascendencia. ¿Hay espacio para otra aplicación de mensajería?