En noviembre de 2013, un joven de 23 años rechazó 3.000 millones de dólares. Even Spiegel, cofundador y de CEO de una compañía que ya despuntaba, se negó a vender su aplicación, Snapchat, al gran gigante de las redes sociales, Facebook. Era un caso extraño. Mark Zuckerberg había comprado Instagram por 1.000 millones un año antes y compró WhatsApp unos meses después por la misma oferta que a Spiegel. Desde entonces, Snapchat no ha dejado de crecer: vale más de 20.000 millones de dólares y tiene alrededor de 125 millones de usuarios, en su mayoría gente menor de 30 años. Y desde ese momento de 2013, Facebook sigue buscando la forma de llegar a esos usuarios jóvenes que Snapchat le arrebata. Primero, hace apenas unas semanas, incorporó en Instagram un apartado que mostraba vídeos e imágenes que desaparecían a las 24 horas. Ahora la compañía de Zuckerberg lanzó Lifestage, una aplicación exclusiva para adolescentes basada en los vídeos efímeros y los stickers, cuyo creador tiene 19 años. Lifestage solo está disponible, de momento, en Estados Unidos y para iOS.
La primera pregunta para acceder a Lifestage ilustra el objetivo. "¿En qué año naciste?". Si la respuesta supera los 21 años, esta aplicación no es para ti, no te va a dejar utilizarla. Todos los que lleguen o superen los 22 años, podrán crearse un perfil, pero no podrán ver el de nadie más ni tampoco interaccionar con ningún otro usuario.
La siguiente cuestión va también por ese hilo, hay que elegir el colegio o instituto en el que estudias. Porque el propósito de la app es que los usuarios conecten y estén al tanto de lo que ocurre con sus compañeros de clase o curso. "Lifestage está ya en la App Store, pero solo se podrá usar con todas sus capacidades cuando un cierto número de personas en la misma escuela se unan a la aplicación", han explicado portavoces de Facebook a EL PAÍS. Así, de forma similar al lanzamiento de Facebook, que nació en 2004 para un especifico grupo de universitarios, Lifestage busca "dejar a los adolescentes descubrir y conoces a gente en su escuela y comunidades de la manera en la que ellos se relacionan hoy en día".
No hay texto ni fotos: solo vídeos
La siguiente fase es hacerse un perfil.Lifestage tiene una particularidad, no admite imágenes ni texto solo vídeos. Este rasgo cuadra con la obsesión actual de Zuckerberg porque el vídeo esté en todas sus plataformas como "el corazón de todas las aplicaciones y servicios".
Así, tu presentación "debes" ser tú con una cara sonriente. Además, hay que añadir dos vídeos más: uno con algo que te gusta y otro con algo que te disgusta. Estos vídeos son fijos, no desaparecen, como sí lo harán el resto de los que vayas creando en la aplicación.
El sistema de la aplicación es sencillo: te proponen preguntas que tú vas contestando con pequeños vídeos. Cuántos más vídeos hagas, más preguntas te van apareciendo. Además, también hay una clasificación de usuarios de tus contactos donde se muestran los más activos y los menos.
Al mismo tiempo, también tiene apartados donde ir subiendo nuevos vídeos: colegio (mi clase o mi taquilla), casa (mi jardín o mi cocina), música, gente (mi mejor amigo), cómo lo hago, comida, reacciones o mío (mi mochila o mi armario). Todo son etiquetas que la aplicación propone para que categorizar los vídeos. Se trata, básicamente, de estudiantes contando su vida en vídeo: Life on the stage ("Tu vida en el escenario", en castellano).
No se puede hablar a través de la app
Otro de los distintivos de Lifestage es que no se puede hablar a través de la aplicación. Michael Sayman, el creador y jefe de producto de esta app de Facebook, lo explicaba así a TechCrunch: "Mis amigos y yo tenemos muchísimas aplicaciones de mensajes que ya usamos y que nos encantan. Entonces, ¿para qué tener otra app de mensajes? Me parecía un fastidio".
Así, la aplicación propone a los usuarios varias opciones para comunicarse: Instagram, el propio Snapchat u otra forma que el usuario elija. Este acceso directo a Snapchat es uno de los argumentos que ha utilizado la compañía para explicar que no se trata de hundir la aplicación de Spiegel. Sayman lo definía así: "Pienso en Snapchat como un gran competidor. Ellos tienen un producto genial y tenemos mucho que aprender de ellos sobre cómo la gente evoluciona en un espacio de vídeos".